Las alumnas Daniela Guiñez, Valentina Guerrero y Valentina Santibáñez, del 3° medio «Ramón Cañas Montalva», en representación del Colegio participaron del taller «Construyendo desde los jóvenes una campaña contra la violencia en el pololeo», iniciativa de la Secretaria de Justicia y Derechos Humanos. Es destacables señalar que en la conformación del grupo ganador, de la Categoría Diario, se encuentra la alumna Valentina Santibáñez quién deberá continuar participando en las jornadas de trabajo.
Una grata sorpresa causó la visita de un grupo de Ex alumnos de la generación 1998, algunos viajaron desde otras ciudades del país para reencontrarse con sus compañeros y visitar su Establecimiento. Se recordaron de cómo era su antiguo Colegio, quedando muy sorprendidos y emocionados con los grandes cambios en infraestructura que ha experimentado a lo largo de estos años. Saludaron con afecto a sus antiguos profesores y hubo muchas anécdotas que compartieron de su época escolar.
Con la participación de los escritores magallánicos Rina Díaz y Oscar Barrientos, el Departamento de Lenguaje realizó una Tertulia Literaria, donde cada escritor compartió sus vivencias, con amenas respuestas para las preguntas de los jóvenes estudiantes.
Una nueva capacitación en «Manejo de Extintores» recibieron los docentes. La prevencionista de riesgo, Rocío Millalonco, del Instituto de Seguridad del Trabajo entregó una charla sobre manejo del fuego a través de los Extintores.
i¿QUIÉN ES RESPONSABLE DEL AUSENTISMO ESCOLAR?
Hijos del rigor, es un término para los habitantes de estas tierras australes, que con viento, nieve y escarcha trabajan con tesón diario para romper esta dura tierra, para tener los recursos necesarios y vivir haciendo patria en Magallanes, pero ¿qué es de esta nueva generación?,¿ por qué todo se le justifica?¿También son ellos hijos del rigor?
Las noticias nacionales señalan que el ausentismo escolar ha sido crónico en los últimos años, y nuestra región está marcando la pauta en el ausentismo escolar con un 43% de inasistencias. Podemos decir que tal vez los docentes no encantan con sus clases a sus alumnos, que la batalla es ganada por los niños cuando se quedan hasta tarde “conectados” al televisor o a internet, que no hay políticas públicas para castigar este flagelo de ausentismo, podemos culpar a la sociedad, al sistema, etc., pero ¿dónde radica la culpa? ¿Quién la tiene? Me atrevo a señalar que todos debemos asumir algo de responsabilidad en esta sociedad donde justificamos todo.
La responsabilidad se enseña y se educa desde la tierna infancia, a través de actos prácticos y de firmeza familiar; los padres no deberían ceder ante la manipulación de sus hijos cuando sabemos que se viene un acto de irresponsabilidad al faltar a clases. Nuestro sí, debiera ser sí, y el no, no; nada sirve a medias aguas. La Biblia señala que el que es inconstante en sus caminos es como la onda del mar: va y viene. Estamos en una sociedad tibia, en una generación del temor, del miedo al fracaso, en un siglo exitista, donde todos deseamos el éxito, incluso a costa de las mentiras y la irresponsabilidad, cuando sabemos por la experiencia que el reconocernos faltos, cuando batallamos a pesar de las dificultades, cuando pasamos la prueba tenemos asegurada la victoria en nuestro caminar.
El niño y joven que asiste a clases tiene mejores resultados. Los colegios con una alta tasa de asistencia obtienen claras cifras de aumento en sus estándares de aprendizajes. La asistencia sí importa, no es lo mismo recibir la materia en una fotografía por internet, que estar presencialmente en la clase. Pero esto es sólo una parte, porque ¿dónde queda la relación de los alumnos con sus pares?, ¿el aprendizaje de la convivencia diaria?, ¿el estar en contacto con sus iguales? y este es un tema que pocas veces se cuenta: la variable socioemocional. Se está haciendo un inmenso daño a nuestros niños y jóvenes, porque los padres irresponsables todo lo justifican, sobreprotegen a sus hijos, y con esto lo están dañando formando un hijo débil de carácter en un mundo donde se necesita lo contrario… firmeza en sus acciones y que sea motor de su camino.
Por Adán E Raín H., Subdirector/Orientador
Colegio Punta Arenas.
